Chaïm Soutine - Le Petit Pâtissier, 1922, 1923
- Ainhoa Ponce Ortega
- 28 jun
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 1 ago
Óleo sobre lienzo 54 x 97 cm
Expresionismo
📍Museo de l'Orangerie, París (Francia)
«Un pastelero extraordinario, fascinante, real y truculento, dotado de una oreja inmensa y magnífica, sorprendente y perfecto: una obra maestra». - Paul Guillaume
A menudo pienso que la pintura del artista refleja la auténtica personalidad del pintor.
Los expresionistas, movimiento que siempre he amado con gran pasión desde mi infancia, retratan más que figuras humanas o paisajes; retratan almas, retratan emociones, sentimientos, expresan su personalidad y su forma del ver el mundo desde lo mas profundo de su ser, de la forma mas sincera, tímida y reservada en la que exponer todo su existir. La pinturas de Soutine habla por si sola, sus trazos libres, distorsionados, con un aire de fealdad, de gran fuerza expresiva y carácter, hace de su obra algo cautivador para mis sentidos. La pintura del joven pastelero es una de mis favoritas por como se han retratado sus extremidades y rostro, un tanto desfigurados. Todo su conjunto es un tanto extraño, aterrador y familiar, lo que causa un poco de enigma en mi persona, quizá sea por ello por lo que tanto me gusta esta pintura.

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